Aquí tenemos la conclusión de la cuarta escena, ya os adelanto que habéis respondido bien muchos.
A.
Decides entrar por la entrada principal de la casa y comienzas a caminar despacio, sintiendo cómo el miedo va creciendo en su interior. No obstante, sabes que no hay otra alternativa, debes ayudar a tu amiga.
Así, acceder al porche subiendo los tres escalones de madera podrida, uno de los cuales se hunde cuando lo pisas, emitiendo un crujido.
Aunque el ruido que produce es muy poco, te detienes unos segundos, alerta, por si la bestia te ha oído, pero no escuchas nada, así que subes el último escalón.
El suelo de madera está podrido por todas partes y avanzas intentando hacer el mínimo ruido. Sin embargo, en un momento dado el suelo, hecho polvo a causa de décadas recibiendo lluvia, se hunde. Apenas se hunde veinte centímetros, pero es suficiente para que una columna de madera cercana caiga.
Intentas apartarte pero no te da tiempo y esta cae sobre ti.
Cuando despiertas te encuentras en un hospital.
Llevas la cabeza y un brazo vendados y tus padres están sentados junto a tu cama.
—¿Qué ha pasado?
—¡Oh, cariño! —dice tu padre—. Un anciano nos avisó de que habías entrado en esa casa vieja. Llevas tres días inconsciente. ¡Qué susto nos has dado!
Poco tiempo después también aparece María, sin recordar nada y en muy mal estado de salud, pero se curará. ¿Qué habrá sido del hombre-lobo? ¿Era real?
FIN DE LA AVENTURA.
B.
Te aproximas al lateral de la casa y te asomas por la primera ventana que encuentras. Al asomarte ves que esa ventana da a un gran salón, todo vacío. Al ver que no hay nadie das un salto apoyándote con las manos en el marco de la ventana y pasas al otro lado con facilidad, pero al dejarte caer al interior golpeas un fragmento de cristal grande que había quedado apoyado en la pared y este cae al suelo, rompiéndose en mil pedazos.
En ese momento escuchas unos gruñidos animales, seguidos de pisadas apresuradas. La bestia aparece por la puerta del fondo de la sala pero se queda como paralizada al verte, aunque te enseña sus enormes colmillos y suelta una especie de rugido. Entiendes que no eres capaz de enfrentarte a él aunque lleves un arma especial, por lo que saltas de nuevo por la ventana y corres con todas tus fuerzas en dirección al bosque, donde esperaba el señor Javier. Suspiras de alivio cuando ves que la bestia no te ha seguido aunque caes en la cuenta de que con las prisas has dejado caer el cuchillo en alguna parte y ahora no lo ves.
Volvéis de nuevo al hotel y cuentas a los policías y a Felipe lo ocurrido, pero no te creen y te echan una buena reprimenda por haberte escapado sin permiso.
Unos minutos después estáis de camino a casa.
Ya sabes que a María la encontrarán unos días después, al menos tu amiga se ha salvado, aunque no la hayas podido ayudarla.
FIN DE LA AVENTURA.
C.
Llegas hasta la entrada del sótano y mueves con cuidado la rota puerta para poder entrar.
Desciendes despacio y los escalones de madera crujen ligeramente bajo tus pies, pero por suerte el sonido no es lo bastante fuerte como para llamar la atención de la bestia.
Enciendes la linterna que llevas, ya que la poca luz que entra del exterior no es suficiente como para permitirte ver con claridad.
El sótano presenta un aspecto lamentable, con la pintura de las paredes arrancada, dejando al descubierto el ladrillo, y telarañas por todas partes.
Avanzas despacio, sintiendo cómo tu corazón late muy deprisa a causa del miedo, pero la daga plateada que llevas en la mano parece darte fuerzas.
Caminas hasta la única puerta que hay, que lleva a un largo pasillo. Gracias al silencio que hay puedes escuchar con claridad unos débiles gemidos y reconoces a María, ¡la has encontrado!
ENHORABUENA, MAÑANA LA ÚLTIMA ESCENA.
Elena de Santos
Bueno, mi #Grumete y yo no pudimos conectarnos ayer así que nos desconectamos del ‘juego’ en sí… Aunque, no pasa nada porque seguimos leyendo ya que nos está encantado.
Por cierto habíamos elegido la C así que seguimos en la historia