Aquí tenéis la conclusión de la 4a escena. Los ganadores pasáis a la escena final, mañana. ¡Ya queda poco, grumetes!
A.
Os quitáis los zapatos y os metéis en el agua, con cuidado de no hacer demasiado ruido.
El agua está fría y sientes un escalofrío por todo el cuerpo, pero te acostumbras en seguida.
—Yo os esperaré aquí —susurra vuestra amiga.
Jorge y tú os alejáis nadando despacio y en unos minutos llegáis a vuestro destino. Una vez allí comenzáis a trepar con cuidado los cuatro metros de altura y llegáis arriba.
Tú, que vas delante, te asomas con cuidado y casi te caes del susto al ver a un marinero vigilando el agua, aunque no mira exactamente hacia donde estáis vosotros.
Tu corazón late rápido a causa del susto pero como ves cerca, sobre la cubierta, unas cajas grandes, acabas de subir y te escondes detrás.
Un momento después llega Jorge.
Os asomáis y miráis al vigilante. Aparentemente parece un marinero normal, aunque veis que lleva una pistola y un cuchillo largo.
Miráis a vuestro alrededor y al unos metros veis a otro marinero vigilando el otro lado.
—De momento no nos ha visto nadie —dices con alivio.
LA AVENTURA CONTINÚA EN LA SIGUIENTE ESCENA.
B.
—Vamos a seguir, no nos han visto hasta ahora, así que no creo que nos vean si nos acercamos más —dices.
—¡Eso! No se lo esperan.
Vuestra amiga rema con fuerza y en poco tiempo estáis casi delante del barco.
Vas a levantarte para comenzar a subir cuando un disparo rompe el silencio de la noche.
Miráis arriba y veis a un hombre con una pistola.
Ana comienza a remar a toda prisa en sentido contrario y por suerte los disparos del marinero fallan, está demasiado oscuro.
Sin embargo, el ruido de su arma alerta a los demás tripulantes del barco, que se asoman a la cubierta y empiezan a disparar.
—¡Saltad! —grita Ana cuando los primeros disparos alcanzan vuestra embarcación.
Tú caes a la fría agua y en ese momento la barca vuelca y te da un golpe en toda la cabeza, haciendo que te hundas.
Cuando abres los ojos es de día y tus padres están junto a ti.
—¿Qué te ha pasado? Te has desmayado.
—Los piratas… nos han disparado —dices.
—¿Piratas? ¡Qué imaginación tienes! —exclama tu padre riendo.
FIN
C.
Tardáis unos minutos en rodear el barco y poco a poco os acercáis.
Cuando apenas quedan unos pocos metros para llegar a vuestro destino alguien se pone a gritar en la cubierta.
Miráis en la dirección de los gritos y ves a un hombre que os señala.
—¡Corre, vámonos! —le gritas a Ana.
Esta empieza a remar en sentido contrario a toda prisa y unos segundos después os empiezan a disparar.
—¡Al agua! —grita Ana.
Saltáis los tres pero los nervios os juegan una mala pasada y Jorge cae al agua encima de ti. Vuestras cabezas se chocan y durante un instante todo se hace oscuro.
Cuando te recuperas todo ha cambiado. Estás de nuevo en la playa de la isla desierta, con tus padres.
—¿Qué te ha pasado? Te has desmayado.
—El agua… Los piratas… —dices.
—¿Cómo? —Tus padres se miran, extrañados.
FIN
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